Un nuevo algoritmo de inteligencia artificial puede recopilar una gran cantidad de datos sobre nuestras características personales basándose en el movimiento de nuestros ojos.
Utilizando las últimas técnicas de aprendizaje automático, investigadores de la Universidad de Australia del Sur, la Universidad de Stuttgart, la Universidad Flinders y el Instituto Max Planck de Informática en Alemania han demostrado un vínculo entre las diferentes actividades y los patrones de movimiento ocular que las acompañan.
Este estudio corrobora los hallazgos previos de que los movimientos oculares pueden predecir ciertos rasgos de personalidad humana.
El equipo de investigación responsable de este estudio rastreó los movimientos oculares de 42 voluntarios a quienes se les pidió que participaran en actividades cotidianas en el campus de la universidad, y luego evaluó sus personalidades mediante cuestionarios. Una de las ventajas clave de este nuevo estudio es que utilizó a personas involucradas en su vida cotidiana en un entorno normal, en lugar de bajo condiciones de laboratorio artificiales.
Los resultados mostraron que los movimientos oculares pueden indicar de manera muy fiable el tipo de personalidad y revelar rasgos subjetivos como amabilidad o extroversión.
El Dr. Tobias Loetscher de la Universidad de Australia del Sur puntualiza a este respecto que: “La gente siempre está buscando servicios mejorados y personalizados. Sin embargo, los robots y las computadoras actuales no tienen conciencia social, por lo que no pueden adaptarse a las señales no verbales “.
Según Loetscher, esta nueva investigación sobre la relación entre los movimientos oculares y la personalidad marca el comienzo de la posibilidad de construir sistemas con el objetivo de hacer que nuestras interacciones con las máquinas sean menos discordantes, lo que aumenta el bienestar humano.
¿Te imaginas las implicaciones para mejorar la experiencia de los usuarios en el punto de venta?
El estudio fue publicado el 13 de abril de 2018 en la revista Frontiers in Human Neuroscience.
Acceder al estudio completo.
Fuente: technology.org