Para una tienda física, el hecho de permanecer abierta las 24 horas al día, 7 días a la semana, no es igual de eficiente que un ecommerce, pero eso no significa que una vez que la tienda esté cerrada tenga que dejar de generar ingresos. A continuación, te contamos varias formas en que seguir facturando una vez hayas cerrado las puertas de tu tienda.
Comparte tu espacio
Si cuentas con muchos metros cuadrados, puedes alquilar una parte de la tienda a otras tiendas o negocios, ya sea de forma permanente o de forma puntual, facturando por un alquiler o por comisión de venta.
Compartir tu espacio establecerá fuertes conexiones con el mercado y creará una imagen positiva para tu marca si seleccionas bien tu colaborador. Un ejemplo de este tipo de iniciativa es HiO, un espacio en el que nueve marcas se han reunido bajo el mismo techo en Brooklin, entre ellas, nuestro cliente Parfois.
Autoservicio de compras
Por supuesto, esto dependerá del modelo de negocio, el tipo producto, etc. La forma en que se puede ejecutar esta idea varía mucho. Una táctica directa que es bastante simple de ejecutar es a través de una máquina expendedora. Existen distintas alternativas pero el concepto es el mismo: Que el cliente pueda hacer todo por sí mismo, desde la selección del producto hasta el pago y recepción.
Organiza eventos y talleres en la tienda
El punto de venta también puede albergar eventos y talleres relacionados o no con su sector. Estas iniciativas crean comunidad y establecen y nutren las relaciones con los clientes. Además, brinda la oportunidad de mostrar los productos y lanzar alguna promoción especial para ese momento.
Embajadores de la marca
Los ecommerce se nutren de influencers y embajadores de marca. A menudo pensamos que se trata de personas inaccesibles que supondrán costes elevados, pero siempre hay alternativas. Buscar influencers locales o incluso apoyarse en clientes existentes puede ayudarnos a difundir nuestro mensaje y vender más productos. Los embajadores de la marca pueden trabajar por comisión o, beneficiarse de producto gratis o descuentos muy especiales.
El crecimiento del comercio electrónico está en constante evolución y esto penaliza a las tiendas y el comercio de aproximación. Pero esto no significa que los minoristas deban tirar la toalla, sino que pone de manifiesto la importancia de adaptarse y satisfacer el comportamiento del nuevo consumidor en canales múltiples y de formas cada vez más experienciales.